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Poder y medios: ¿Qué determina las líneas editoriales?

  • Foto del escritor: Jose Manuel Serrano
    Jose Manuel Serrano
  • 14 abr 2020
  • 7 Min. de lectura

El ejemplo expuesto se centra en la influencia y vinculación entre partidos políticos y medios de comunicación concretos a nivel nacional y regional, públicos y privados. Este ejemplo se realiza en base a unas declaraciones que el partido Podemos ha ido realizando a lo largo de su existencia sobre la pluralidad informativa de España de forma hipócrita debido a su vinculación casi directa con determinados medios privados como Público y sus medios satélite (Infolibre, CTXT, Lamarea y eldiario.es). Sin embargo, con intención de aportar algo distinto al ejemplo expuesto, y por tanto no solapar lo realizado por Contando Estrelas este trabajo girará entorno a otra premisa que considero más adecuada para el tema a tratar (la pluralidad informativa).


¿Existe realmente una vinculación entre medios concretos y partidos como propone Contando Estrelas?

El texto del ejemplo plantea la explicación de la diversidad en las líneas editoriales de los partidos con una vinculación categórica de partidos con medios, siendo estos últimos los aparatos de difusión de los primeros. Sin embargo, no es del todo correcto: el periodismo, surge en su origen y primer desarrollo (S.XVIII y S.XIX) como forma de propaganda de ideas. Publicaciones como El Robespierre español, vinculado a la difusión de las ideas jacobinas en España, o los periódicos vinculados a partidos (Psoe- El Socialista; La Época- Partido Liberal-Conservador) son ejemplo de la finalidad propagandística de este periodismo. Sin embargo, a la entrada del S. XX el periodismo se va emancipando de la política y de los partidos y empieza a adoptar las lógicas comerciales de cualquier empresa. empiezan a financiarse mediante la publicidad comercial. La entrada de la televisión e internet ha magnificado este proceso de adaptación de la empresa periodística a las lógicas comerciales y, actualmente, no se puede hablar de una vinculación política directa entre partidos y medios, al menos de manera tan categórica como veremos luego.


Esto no quiere decir que los medios no tengan vinculación con las instituciones públicas, partidos u otras instituciones privadas, sino que no tienen una vinculación directa con los partidos cual altavoz propagandístico. La línea editorial de los medios de comunicación está influida principalmente por dos factores:


El primero de ellos son las presiones realizadas por instituciones públicas y privadas hacia las redacciones de los periódicos. En un estudio realizado un mes antes de las elecciones del 9 de marzo de 2008, año de comienzo de la crisis, se realizó una encuesta entre varios responsables de medios de comunicación a nivel nacional. El resultado fue que cerca de un 90% de los directores encuestados declararon haber sufrido presiones, principalmente por instituciones públicas (entorno al 76,5% de los directores entrevistados habían sufrido presiones por parte de instituciones) y privadas (el 71,2% de los directores entrevistados). Entre los encuestados, un 39,2% declaraba que la empresa periodística había evolucionado hacia una gestión unitaria entre el departamento comercial y la redacción, mientras que el 25,5% que habían aumentado los criterios comerciales en la toma de decisiones.


Si tenemos en cuenta que los medios han asumido las dinámicas comerciales de cualquier otra empresa (en especial durante la crisis), en busca de la rentabilidad, se pueden discernir cuál es la naturaleza de dichas presiones: la publicidad. Es aquí donde encontramos el segundo factor. Instituciones políticas y económicas se unen en el fin de instalarse en las redacciones mediante patrocinios y publicidad, de la que dependen sus ingresos (Díaz Nosty, 2011). La irrupción de internet y la crisis de los medios tradicionales favoreció la irrupción de multitud de medios de comunicación debido al derribo de las barreras de entrada que ofrecía el periodismo digital que supuso tanto el surgimiento de medios nuevo como el refugio de medios insolventes. La pluralidad de medios que esto ofrece supone la necesidad de fragmentar la audiencia aún más, lo que supone una especialización de los medios.


Por lo tanto, y como se ha repetido, los medios no obedecen a presiones propiamente políticas, sino a presiones comerciales realizadas tanto por entidades políticas como privadas. Por lo tanto no se puede hablar de una vinculación directa entre partidos y medios como la que existente durante el S.XIX en el que el éxito del partido iba ligado al éxito del medio. La pluralidad en las líneas editoriales muchas veces responden a una cuestión comercial de fragmentación de públicos por la cual los grupos mediáticos diversifican el tipo de información y el público al que va dirigido, es decir, que las líneas editoriales dependen del público que consume el medio (y la publicidad del medio), no de una vinculaciones con los partidos por parte de los medios.



Si relacionamos los grandes grupos mediáticos de España con sus medios nos damos cuenta de la diversidad que existe dentro de un mismo conglomerado. Una diversidad que se manifiesta en la línea editorial, la distribución o el formato, con el objetivo de, como se ha expresado antes, fragmentar públicos y concentrar la publicidad sobre determinados temas.


Por ejemplo, en el Grupo Planeta observamos fragmentación de público por línea editorial: por un lado La Sexta sigue una línea izquierdista que podría encajar con el ideario de Podemos o ramas más ‘podemizadas’ del PSOE; Antena3 y OndaCero siguen una línea más liberal orientada a ramas más liberales del PSOE y más moderadas del PP; y La Razón una línea liberal conservadora; perteneciendo todas ellas al Grupo Planeta. Lo mismo sucede con el conglomerado catalán Grupo Godó: durante los sucesos relacionados con el procés catalán acontecidos en 2017 en los que, mientras La Vanguardia, de tirada nacional, adoptaba una posición contraria a la independencia, RAC1, radio regional, mantenía el tono independentista.


Otros grupos como Vocento realizan esta fragmentación de los públicos por regiones. todos tienen una línea editorial de derechas, sin embargo esta es adaptada a cada región, con preponderancia de la información regional. Prensa Ibérica también sigue esta dinámica.


En el caso del grupo Prisa, se mantiene una línea editorial similar, más o menos, en todos sus casos, y una difusión y distribución nacional, sin embargo la fragmentación del público se lleva a cabo por la naturaleza propia de cada uno de los medios. Mientras El País en un medio tradicional (con versión digital) y generalista, Cadena Ser es un medio radiofónico y HuffPost un medio digital nativo orientado a las softnews. En 2005 Prisa inició su aventura televisiva con Cuatro que terminaría pronto con la adquisición de la cadena por el grupo Mediaset. La estrategia de Prisa se basa en la creación de un conglomerado vertical de medios. Unidad Editorial realiza una fragmentación de públicos por temática, siendo El Mundo el medio generalista de tirada nacional del grupo, donde se encuentran desde medios deportivos como Marca y Estadio Deportivo, periodismo económico con Expansión o periodismo de moda con Telva.


Otros casos

Sin embargo, y a pesar de que, cuando se afirma que las líneas editoriales responden a una cuestión de fragmentación de público y no a una vinculación directa con partidos como altavoz propagandísticos, no se niega el hecho de que exista cierta vinculación entre partidos y medios. Esto se hace especialmente manifiesto en medios de comunicación que forman parte de pequeños grupos o fundados por propietarios adinerados vinculados al mundo de la política o periodismo político.



Estos medios en los que sí hay una vinculación más fuerte con determinados partidos en sus líneas editoriales se caracterizan por ser nativos digitales, es decir, medios recientes creados con la irrupción de internet y tras la crisis de los grandes medios. Son propiedad de grupos mediáticos con un solo medio, con poco volumen de capital, en muchos casos fundados por periodistas que fueron relegados de su empleo en otros medios durante la crisis de 2008 (como es el caso de Nacho Escolar o José Antich). En este caso no se puede realizar una fragmentación del público, dado que solo existe un medio en el grupo que tiende a centrarse en un determinado sector ideológico. Además la vinculación existente entre sus fundadores y la política les hace adoptar una tendencia cercana a ciertos partidos.


Conclusión

La vinculación entre periodismo y política es algo evidente, sin embargo, no es únicamente la política a lo que está vinculado el periodismo. El periodismo es dependiente del poder, no sólo político, también del poder económico cuyos líderes no son personajes públicos, de vanguardia o noticiables. Por desgracia para el periodismo, en su intento de responder a una función de cuarto poder, de vigilante, tiende a fracasar para acabar siendo lo contrario, altavoz del poder en contra del interés general y del propio interés de los periodistas que integran la redacción.


Las presiones sobre el periodismo por parte de ambos poderes son realizadas mediante sus ingresos en publicidad. La publicidad institucional y comercial son quienes financian el periodismo, y son los poderes políticos y los anunciantes quienes pueden decidir si retirar o no dicha publicidad de un medio por lo que una información desfavorable hacia alguno de ambos actores puede suponer una retirada de la publicidad. En palabras de Fabián Nevado, redactor del Sindicat de Periodistes de Catalunya:


“En muchos casos cuesta separar lo que es información de lo que es publicidad. Y no sólo eso: hay bastantes medios que cobran, de manera solapada, la información que publican. Si el consistorio paga, hay entrevista con el alcalde e información de la localidad. Si no pagan, solo una información escueta de las fiestas locales”

Desde la crisis de 2008 algunos periodistas han intentado escapar de estas presiones creando medios de comunicación de menor tamaño y una supuesta mayor independencia debido a su forma de financiación o a su pequeño volumen, aprovechando la ausencia de barreras que ofrece internet. Sin embargo estos medios, no sólo no han resultado ser independientes del poder político (y económico también), sino que han resultado ser mucho más dependientes de este poder vinculando su línea editorial con ciertos políticos y partidos de forma indiscreta y poco crítica. Muchos de sus fundadores han resultado ser parte de ese poder político y económico que condiciona la información de los medios (Jaume Roures, Tatxo Benet, Antoni Casas y Pallarés, Ignacio Escolar o José Antich).


El informe realizado en 2008 por la Universidad de Málaga (antes mencionado) reveló que, irónicamente, los periódicos con mayor cultura empresarial conservaban mejor los valores periodísticos. Y es que, a pesar de que los medios de comunicación de los grandes grupos mediáticos sienten mayores presiones hacia la redacción, éstas, en su competencia por competir por su influencia en los medios, pueden llegar a equilibrarse o ser más permisivas con las líneas editoriales. Además al fragmentar la audiencia, permite fragmentar la publicidad, pudiendo poseer diferentes medios con diferentes líneas editoriales. Sin embargo, las presiones recibidas por los pequeños medios “independientes” son controlados por pocos propietarios con fuertes vínculos políticos.


Por lo tanto, las líneas editoriales no se deben a una simple vinculación entre medios y partidos políticos, sino a un equilibrio de presiones comerciales sobre las redacciones que, irónicamente, cuanto menores se muestran mayor fuerza ejercen sobre el medio.





 
 
 

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