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La Cuba colonial: Sacarocracia, esclavismo y nación

  • Foto del escritor: Jose Manuel Serrano
    Jose Manuel Serrano
  • 17 may 2020
  • 8 Min. de lectura

La siguiente pieza no había planeado escribirla, sino que formaba parte de la introducción de un trabajo más extenso que, debido a mi interés por el tema y mi facilidad para evadirme, se convirtió en un recopilatorio de la historia de Cuba desde su conquista por los españoles hasta su independencia y las consecuencias de la misma. He decidido contar este periodo histórico de la isla antillana a través del esclavismo de africanos típico en la isla,que dio origen a la aparición de población negra en la isla, y que supuso el ascenso de una burguesía negrera en la isla y sus consecuencias cuando la decadencia del imperio se empieza a hacer notable.


La población africana en la isla dio lugar a una cultura afrocubana como sustrato de la cultura colonial cubana, siendo el superestrato la cultura eurocubana o criolla, en interacción constante.


La llegada de los españoles


Al igual que sucedió en la península ibérica en la antigüedad, el emplazamiento estratégico de la isla de Cuba en el centro del mar del Caribe ha determinado la historia de Cuba como un territorio codiciado y central para lo que fue la colonización del continente americano por parte de las potencias europeas. Las primera tierra americana que Colón pisó en su expedición en búsqueda de rutas alternativas hacia Asia fue la del archipiélago de las Antillas a la que pertenece la isla a la que colón llamaría Juana que posteriormente pasaría a llamarse Cuba.



Es así como empieza el dominio colonial español sobre la isla que durará 200 años. Numerosos hombres españoles en búsqueda de fortuna y capitaneados por el nombrado gobernador de Cuba y es encargado de su expedición para conquistar la isla Diego Velázquez. Velázquez planea la conquista de la isla de Cuba mediante un triple ataque: El conquistador Pánfilo de Narváez se encargaría del norte, fray Bartolomé de las Casas del centro en misión diplomática, y él mismo del sur. En este proceso de conquista, que duró tres meses, se producirían una serie de abusos de los locales destacando la matanza de Caonao en 1513 realizada por Narváez.


En 1512 se redactan las Leyes de Burgos con el objetivo de otorgar el tratamiento jurídico de los indígenas de vasallos (igualándolos jurídicamente al resto de los vasallos de la Corona de Castilla, legalizando los matrimonios mixtos entre otros derechos). El propio fray Bartolomé de las Casas, tras sus expediciones en las indias renunció a las sus encomiendas correspondientes por el trabajo realizado y se dedicó a la defensa de los derechos de los indígenas, siendo nombrado “Protector universal de todos los indios de las Indias” por el cardenal Cisneros.


Esclavismo y comercio de azúcar: El ascenso de la burguesía cubana


En 1513 se autoriza por primera vez el traslado de cuatro africanos hacia la isla para realizar trabajos en condición de esclavos. Así se inicia el esclavismo africano en la isla cubana. A pesar de la consideración jurídica por parte de las autoridades del reino de España de los indígenas como vasallos del reino, reconociendo una serie de derechos que les igualaba de iure a los habitantes de la península, la esclavitud sustentará gran parte de la economía de la isla. La esclavitud será en su inicio un proceso lento que se irá incrementando con tal que vaya asentándose la dominancia española en el territorio, llegando a 1.000 los africanos introducidos en la isla para trabajos en encomiendas a finales del siglo. El producto al que se ligaría estrechamente al esclavo negro en Cuba sería la caña de azúcar, siguiendo un desarrollo paralelo el comercio azucarero y la demanda de esclavos. La esclavitud durante los siglos XVI y XVII tendría un crecimiento exponencial pero moderado. El gran salto se produce a finales del S. XVIII con el desarrollo de la burguesía terrateniente criolla en la isla, y de la economía agroindustrial en la década de 1790 en Cuba en un contexto de desarrollo del capitalismo a nivel mundial. En apenas un siglo se introducen más de un millón de esclavos en la isla.



La revolución haitiana tiene lugar en la última década del S.XVIII. En la colonia francesa que competía con Cuba por el comercio de la caña de azúcar se empieza a erigir un movimiento revolucionario liberal que buscaba la independencia y la abolición de la esclavitud, encabezado por esclavos africanos. Este hecho hace despertar un cuestionamiento del esclavismo por parte de los intelectuales españoles mientras que, por otra parte, la burguesía criolla ahora poseía una posibilidad de aumentar su negocio ante la situación de convulsión en la colonia competidora, lo que supuso un aumento del esclavismo. Los hechos acontecidos en la isla vecina, junto con las innovaciones tecnológicas que el nacimiento del capitalismo trajo consigo hicieron de Cuba la primera potencia azucarera del mundo. Intelectuales del momento como el sacerdote cubano Félix Varela hablan del miedo a una situación similar en la isla, y entre 1792 y 1823 el sistema esclavista cubano fue ampliamente discutido entre la élite intelectual española. Los hechos acontecidos en el mar del Caribe, se suman a lo que sucede en la metrópoli donde las ideas liberales comienzan a penetrar en otros asuntos políticos importantes como la Guerra de la Independencia (1808-1814) o el Trienio Liberal (1820-1823), y se suman al cuestionamiento del esclavismo como modelo económico en la isla de Cuba. Sin embargo, a pesar de la creciente oposición al esclavismo, los grandes terratenientes del azúcar, llamados sacarócratas, consiguen imponer sus intereses ante el monarca Fernando VII, las presiones británicas y el conjunto de la intelectualidad española que se opuso al abolicionismo en las Cortes de Cádiz. Esta gran influencia política de los sacarócratas en la cuestión del esclavismo es muestra del poder que esta burguesía terrateniente había acumulado debido al control mundial del comercio de azúcar, pasando por encima de los tratados bilaterales firmados por Fernando VII y sus sucesores con respecto al fin de la trata de esclavos (1817 y 1835).


Con el ascenso exponencial de la burguesía terrateniente en Cuba a partir del último tercio del siglo XVIII, y en especial desde la última década del mismo siglo, la monarquía hispánica se ve cada vez más presionada a dejar de restringir el comercio exterior a la isla. Se comienza a permitir el comercio exterior a los territorios del imperio, en especial después de la independencia de EEUU que suponía un nuevo mercado para el azúcar, a cambio de unos aranceles y siguiendo una serie de restricciones. Estas medidas favorecen aún más la creación de esta élite cubana para la que estas medidas de liberalización del comercio son cada vez más insuficientes. En breves el florecimiento económico cubano comenzará a contrastar con las terribles circunstancias de la metrópoli europea tras los incesantes fracasos militares y motines, el sitio napoleónico y la guerra de la independencia que supuso su empobrecimiento. Durante este periodo en adelante se empieza a exigir a la isla cubana, no solo su autofinanciación, sino también aportar fuertes cantidades de dinero a la Hacienda pública de la metrópoli. El retorno al absolutismo supuso, además, una diáspora de liberales que habían participado en la Guerra de la Independencia hacia las colonias.


El sentimiento nacional y decadencia española


Como he expuesto a lo largo de esta asignatura varias veces, los medios de comunicación están íntimamente ligados al poder, en especial al poder económico y político. En el caso de las circunstancias que nos ocupan se comienzan a producir conflictos de intereses entre la cada vez más floreciente burguesía cubana y la cada vez más decadente metrópoli Española. En 1792 dos portavoces de los sacarócratas cubanos, Arango y Paneño, presentan a la metrópoli un escrito en el que se pide la liberalización del comercio de la agricultura cubana. El comercio fomentó la creación de comunicaciones en la isla, siendo el territorio donde se asentaron los primeros ferrocarriles en España. Paralelamente se empieza a desarrollar el telégrafo. La mejora de las comunicaciones dentro de la isla sembrarán la semilla de un sentimiento de “patria” entre la élite criolla de la isla. En 1809 burgueses intelectuales cubanos como Román de la Luz redactan un Proyecto de Autonomía de la isla respecto a España.


En estas peticiones de libertad por parte de la élite intelectual criolla no se ampara a la población negra que ocupaban la gran parte de las clases más humildes de la isla. Como se ha mencionado antes el capitalismo esclavista había superpoblado las islas del caribe de población africana esclava, lo que había supuesto el estallido de la revolución haitiana. Entre 1809 y 1830 la población negra en Cuba protagoniza revueltas contra las autoridades gubernamentales en la isla. Durante estos años de convulsión continua en el imperio comienzan a diferenciarse tendencias en la sociedad cubana: por un lado se encuentran los criollos conformes con la monarquía absolutista, por otro lado gran parte de los criollos que forman la élite intelectual liberal ven en el gobierno de la metrópoli un obstáculo para sus intereses económicos y políticos, y por otro los esclavos que ven a ambos como responsables de la situación precaria de las clases humildes.


La situación política inestable de España deja desatendidas las demandas de las colonias lo que supondrá su independencia progresiva. Sin embargo, y apesar del gran poder de los sacarócratas, en Cuba no sucede lo propio debido a que el gobierno de la metrópoli es consciente de la dependencia de estos de la esclavitud. El recién instaurado liberalismo español aseguró su dominación en Cuba mediante la tolerancia de la esclavitud a pesar de las presiones de Inglaterra. El gobierno se encargó de sofocar las revueltas de esclavos y asegurar el sistema esclavista a cambio del pago de tributos a la Hacienda española. Sin embargo, las pretensiones expansionistas de España supusieron un gran desembolso fiscal de los terratenientes cubanos para sufragar cuestiones militares ajenas a Cuba que arruinó a muchos de ellos. Esto generó el estallido de la primera Guerra de Cuba (1868-1878). El dominio español en Cuba se sustentó en una protección clandestina del sistema esclavista que, en el contexto internacional tenía los días contados. El desarrollo de la tecnología requería obreros cualificados, por lo que los sacarócratas empezaron a dejar de depender de los esclavos, confluyendo así intereses entre ambas clases sociales para dejar atrás el dominio Español. Cuba se independizó en 1898.


Dominio estadounidense y fin de la sacarocracia


Durante todo el S.XIX los terratenientes cubanos miraron a EEUU como la llave del futuro del comercio del azúcar. El gobierno de la metrópoli, a raíz de la independencia de EEUU de Inglaterra permitió a la burguesía cubana comerciar con el nuevo país vecino, viéndolo como un mercado con gran demanda y que no chocaba con sus intereses como potencia. Se establece así un comercio no dependiente de la metrópoli entre Cuba y EEUU. A medida que el gobierno español iba permitiendo las exportaciones a Cuba esta iba concentrándolas más y más en EEUU pasando en 1840 a representar una cuarta parte de todas las exportaciones, creciendo hacia un 90% a finales de siglo. La dependencia de Cuba del país vecino supone intentos de anexión por parte de la élite criolla independentista. Los intereses estadounidenses en la isla son recíprocos, suponiendo los productos estadounidenses un 85% de los productos exportados a Cuba. Esto lleva al país vecino, ante los procesos revolucionarios que estaban estallando en Cuba a partir de 1868 a intervenir. España cede los derechos coloniales de Cuba a EEUU en 1898 y el país instaura un gobierno militar en la isla hasta 1902, cuando se instaura un régimen democrático. En 1906 EEUU vuelve a intervenir para sofocar una insurrección contra el gobierno debido a las políticas de dependencia de la economía yankie que se estaban desarrollando. Las dos primeras décadas del siglo XX suponen un crecimiento de la economía cubana pero también su cada vez mayor dependencia de la industria azucarera y del comercio con EEUU y, por tanto, una economía dependiente e inestable. A partir de 1920 se produce un descenso fuerte del precio mundial del azúcar lo que supuso una crisis económica en Cuba que se encadenará con el crack de 1929.


La crisis económica supuso el fin del sueño del azúcar cubano. La inestabilidad se tradujo en inestabilidad política en un pulso continuo entre el poder popular y el yankie, sucediéndose una serie de dictaduras con el fin de calmar las revueltas populares. En 1925 llegará al poder el dictador Gerardo Machado que intentará calmar las revueltas populares entre las que se forjarán los primeros indicios del movimiento obrero en Cuba. A partir de entonces Cuba encarnará una serie de procesos políticos que llevará a la revolución que culminará en 1959, en la actual Cuba.


 
 
 

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©2020 por Jose Manuel Serrano.

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